Como un utensilio viejo que mejor es cuanto menos lo parece. Así es. Sostengo en pie que tengo suerte, pues no es fácil dar con gente así y cuando menos lo esperas, aparece esa persona. Esa persona que te arranca sonrisas a puñados y sin motivo aparente. Es entonces, en ese momento, cuando dejas de ser autónomo de tus sentimientos, cuando tu estado de ánimo depende de cómo se encuentre la otra persona.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

Qué curioso que se vuelva más importante la persona que menos te esperabas, en el momento más inesperado. Y que después de una atracción de muchos años atrás pase de verdad, es tan... increíble. No escribas estas cosas, ¡que me dan arrebatos de amor! y ahora mismo no te puedo abrazar. Te quiero, joder. TE QUIERO.
ResponderEliminar