Intento leer cada palabra lentamente y con cuidado, como si se fueran a romper las frases o como si se fueran a desgastar al ser leídas. Aprovecho cada palabra y exprimo su significado, sacando todo el jugo de sentimiento que en ellas pueda haber. No quiero que la estrofa se termine, quiero saborear todo lo que puedan trasmitir esas palabras, dispuestas en ese orden y formando esas frases en concreto porque lo han escrito así por alguna razón y saber que lo escribe por mí, me produce un cosquilleo que sube por la espalda y me hace sonreír. Quiero darle importancia porque ella se la da y lo noto y me gusta. Y a su vez, ella sabe que yo lo noto y sabe, que se exactamente lo que quiere decir y sabe como me siento cuando leo esas cosas y también le gusta.
Esto que cuento es un hecho, es un sentimiento, es abstracto, es un idioma que nadie comprende porque existe ni quien lo ha inventado pero que en realidad todo el mundo sabe hablarlo y nadie sabe darle una explicación. Este idioma lo saben hablar personas de todas las culturas y etnias y personas de todos los sexos y los animales también lo hablan. Esto es algo que se sabe que está y que existe pero que todo el mundo ignora. Es saber mirar las cosas por lo que nos hacen sentir y no por lo que son físicamente o por lo que tengan, cada uno lo ve a su manera pero al final siempre es el mismo sentimiento y se sabe lo que significa, es una mirada, es un gesto, una sonrisa, un garabato en un papel, un objeto, un amanecer, un recuerdo o la estrofa de un verso…
es belleza.
Saber lo que significan ciertas cosas, por el trasfondo de la cuestión, por cierta complicidad. Produce un cosquilleo en nuestro interior, un temblor en la respiración, una sonrisa en la mirada. La belleza se sitúa en esa situación también, la belleza se sitúa en la forma que habitúo a mirarte.
ResponderEliminarque bonito T_T me ha emocionado
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